Famosa por su intenso color amarillo y por su tradicional uso en las ofrendas de Día de Muertos, esta planta es un ícono de México en el mundo. ¡Conoce sus orígenes y diferentes aplicaciones!
La flor de cempasúchil es conocida en México como flor de muerto, ya que 92 por ciento del total de la producción anual es destinada al adorno de los altares dedicados a los fieles difuntos, y sólo 8 por ciento a la industria.
Conocida sobre todo por ser uno de los adornos más populares en las tumbas y ofrendas de Día de Muertos, la "flor de veinte pétalos" (por sus raíces en lengua náhuatl cempoal-xochitl, veinte-flor) sólo florece después de la época de lluvias. Por esta razón se ha convertido, junto con las calaveritas de azúcar y el pan de muerto, en uno de los íconos de las fiestas de muertos.
Su nombre científico es Tagetes erecta, se caracteriza por ser muy aromática con inflorescencias anaranjadas con tonalidades que van hasta el amarillo. Florece sólo en octubre y noviembre, a diferencia de países de Europa donde lo hace todo el año. Al ojo común el cempasúchil parece una sola flor, pero en realidad se trata de un conjunto de pequeñas flores conocidas como ‘inflorescencias’, que se encuentran agrupadas en una sola cabeza floral.
Por ser una flor compuesta, esta planta se clasifica dentro de la gran familia botánica conocida como Asteraceae, antes denominada Compositae, nombre que hace referencia a esta característica. El cempasúchil es originario de México, y actualmente se distribuye de forma silvestre desde México a Centroamérica.
De color amarillo intenso, el tallo del cempasúchil puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los 10 centímetros de diámetro. Por ello los mexicas, durante la época prehispánica, la eligieron para tupir con cientos de ejemplares los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos. Esta hermosa tradición se mantiene hasta nuestros días, cuando podemos admirarla convertida en una de las protagonistas de nuestros Días de Muertos.
Aparte de su función decorativa, la cempasúchitl -conocida en Estados Unidos como Mary Gold-, también ha sido aprovechada para fabricar insecticidas y ciertos medicamentos que nos recuerdan el uso que los antiguos mexicanos también le dieron como parte integral de su medicina tradicional. Por ejemplo: ha sido una aliada para aplacar los cólicos estomacales, pues es sabido que un té preparado con los botones y tallos de esta flor puede hacer maravillas por el estómago.
Así pues, la flor de cempasúchitl no es sólo un deleite a la vista, sino también uno de los elementos representativos de una tradicional festividad mexicana que cautiva y llama la atención en el mundo entero.